jueves, 23 de noviembre de 2017

La leona de la montaña de Yevide.

Lugar: San Felipe.



Esta historia se genera a pocos días de la llegada de los conquistadores españoles a San Felipe, en la montaña o cerro de Yevide, desde muy antiguo vivían allí muchos leones de montaña. Cuenta la leyenda que en Yevide, vivió una hermosa leona con sus dos cachorros. Como parte de la crianza un día dejó a sus cachorros para ir buscar comida a lugares de caza más alejados, y los dejó durmiendo junto a una enorme roca. Cuando la leona madre regresó de cazar, sus dos cachorros ya no estaban: un pastor o unos arrieros, eso no está claro, que pasaban por el lugar encontraron a los cachorros y se los llevaron en su ausencia.

La desesperada madre buscó a sus hijos sin descanso, pero no los pudo encontrar, no pudo encontrar a los cachorros por ninguna parte. Vino la noche, y exhausta se acostó junto a la roca que era su morada, los gruñidos de lamento y de llanto se sintieron fuerte por toda la comarca e hicieron eco en la noche. A partir del día siguiente, nunca más nadie volvió a ver a ningún león  en la montaña de Yevide. En las noches de invierno y atraídos por las brisas, la gente de la zona todavía escucha el lamento triste de la leona. Hablan de que es su espíritu, el que sigue llamando a sus cachorros dejados junto a la roca.

En esos lugares existe “la piedra del león” que se encuentra ubicada en el cerro llamado Yevide, en San Felipe. Es un cerro donde habitaron indígenas, y sus descendientes dicen que por esos cerros abundaban los pumas. Desde aquellos tiempos este felino, que vive en zonas cordilleranas desde América del Norte hasta América del Sur, desde la Columbia Británica hasta la Patagonia, ha sido víctima del exterminio.


Recopilación por: Alejandro Glade R.

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