domingo, 24 de enero de 2016

El copihue rojo

Lugar: Arauco, Cautín (Zonas mapuches)


Flor Nacional de Chile.

Existen veinticinco variedades de copihues, planta endémica de Chile, flor con forma de campana alargada,  que no tiene olor. Existe en colores: rojo, rosado, blanco y también los hay morados, amarillos, cremas, salmón, blancos, con borde rojo y jaspeados.

El copihue de color rojo es el que más abunda, y vive en las selvas chilenas templadas y húmedas. Llamado también “Largo Suspiro” por su crecimiento en forma de enredadera, descolgándose de los árboles frondosos para mostrar su belleza.

El copihue ha inspirado leyendas mapuches, apareciendo también en muchas literaturas y en músicas chilenas.

En cuanto a sus historias se dice que; durante la guerra de Arauco, la flor nacía cuando los mapuches partían a sus luchas con los españoles, dejando a su gente, pasando mucho tiempo, pasaban los días, las semanas y los meses sin que volvieran a sus casas.

Durante esta larga espera las jóvenes indias mujeres de los guerreros, trepaban a los árboles más grandes  para lograr ver a los heridos y sobrevivientes de las batallas, cuando descubrían que había total destrucción y veían a sus compañeros muertos. Entonces bajaban llorando de los árboles, convirtiéndose sus lágrimas que mojaban las hojas en estas flores de sangre, llamadas copihues.

Los mapuches decían que estas plantas florecían para recordar a los espíritus de sus bravos guerreros que luchaban hasta morir.


Otra historia antigua mapuche nos cuenta que existía un personaje, que era  un genio maligno que vivía en los cerros y que bajaba solo para robar el muday  que fabricaban los mapuches. Este genio a pesar de sus cualidades, para poder regresar, colocaba pequeñas campanitas encendidas, estas eran encendidas  con el fuego de los volcanes y puestas en las ramas de los árboles. En una de sus bajadas este genio fue atacado y derrotado por otros espíritus superiores y lo hicieron irse del lugar desterrándolo.  El genio después de su derrota suplicaba para que lo dejaran llevarse las pequeñas campanitas encendidas para iluminarse en el camino, pero los espíritus se lo negaron. Entonces desde aquel tiempo, los bosques están alumbrados en rojo con las antiguas luces del genio ladrón de muday.


Recopilación por: Alejandro Glade R.

El Encanto de la Isla Teja

 Lugar: Ciudad de Valdivia ( Región de los Ríos).

Isla Teja, fotografía Valck. Valdivia.

Antiguamente en Valdivia se hablaba del encantamiento de la ciudad de Valdivia, conversaciones que se fueron traspasando de generación en generación y que fue adquiriendo proporciones insospechadas, se decía que Valdivia estaba encantada, y este acontecimiento ocurría justo en frente de la Isla Teja, donde la Isla se convertía en la ciudad, y viceversa, Valdivia se convertía en la Isla, quedando al final en que Valdivia existía en la Isla Teja, y la Isla Teja estaba donde está ahora la Ciudad de Valdivia.

También como parte de este encantamiento se contaba que en esta Isla había cosas invisibles todas de oro.

Todo este oro se podría ver y recuperar si apareciera y fuera puesta en su sitio la campana de la iglesia que estaba sumergida en las profundidades del río Cau-Cau  y que se siente tañer de vez en cuando.

Cuando la campana del  Cau-Cau se oye tañer significa que estas riquezas de oro aparecerán ante la observación de sus habitantes.


Recopilación por: Alejandro Glade R.


sábado, 23 de enero de 2016

Juan Soldado

Recopilación de: Alejandro Glade R.















Lugar: La Serena, IV Región.

Esta  leyenda es una de las más antiguas de Chile, y que es una leyenda que se conserva desde la llegada de los españoles,  dicen que el pueblo narra sobre la desaparición de la primitiva ciudad de La Serena. 

La primitiva ciudad de La Serena, era mucho más hermosa que la actual. En ella vivía un joven bien parecido y pobre, a quien llamaban Juan Soldado porque se creía y se decía que había estado en la guerra, porque a la menor discusión sacaba a relucir su condición de soldado de don Juan de Austria, hijo de don Felipe IV, con quien habría hecho la campaña de Nápoles. de nombre (Juan Diaz), y que en recuerdo de este personaje se bautizó al cerro al lado de esta ciudad con el mismo nombre, “Cerro Juan Soldado”.

Juan Soldado se enamoró de la única hija de un cacique riquísimo, que habitaba a tres leguas de la antigua ciudad de La Serena. El cacique era un personaje muy  ambicioso, y se opuso a que se casara con este soldado por ser tan pobre. La hija del cacique y el pobre soldado deciden huir, y le piden al cura de la iglesia de La Serena que los case, pues la jovencita  era devota cristiana. Y así fue, cuando en el momento en que el sacerdote bendecía el matrimonio, la gente del pueblo llegó a la iglesia con gran alboroto, diciendo que el cacique, se encontraba junto a sus guerreros aproximándose a la ciudad, y que había jurado destruirla, el cacique mata a los enamorados, y al momento la ciudad desaparece, se dice que  cuando el cacique y sus guerreros se los suburbios, la ciudad se desvaneció. Las gentes recorrieron todo este campo donde estaba situada la ciudad, pero nunca más la encontraron, aunque se decía que la estaban pisando. En ciertas noches, y normalmente los días sábados, los que pasan cerca del lugar donde estuvo edificada la iglesia y la ciudad, se oye música y canciones, y el Viernes Santo la ciudad se hace visible a los que la contemplan desde lejos, pero se borra poco a poco ante los ojos de los que pretenden llegar a ella.

¡La ciudad de La Serena está construida posteriormente a estos hechos!

Esta es otra versión de Juan Soldado:  Se dice que existió en la Colonia un soldado español  llamado Juan Diaz que retó a duelo a dos varones de la ciudad de La Serena, pero estos lo rechazaron por la dignidad de su rango. Cierto día se encontró muertos apuñalados  a los dos vizcaínos ricos y que en esta ciudad eran dos prominentes vecinos de la ciudad de La Serena, y que se habían burlado de él al verlo pobremente vestido. Sólo quedó en el suelo la espada que usó Juan para dar muerte a estos dos personajes. Juan el hombre de la espada desapareció. Como era de esperar se promulgaron bandos llamando a encontrarlo, capturarlo o denunciarlo. Pero pasó el tiempo sin que jamás se diera con su paradero y la vida retomó su curso, meses más tarde, en lo alto de un cerro lejano se encendía todas las noches una luz, acontecimiento que permaneció por un año hasta que se extinguió y no se vio más. 

El corregidor Gregorio Cortes y Monroy, fue de los primeros en llegar al lugar, después que los curiosos visitaran el punto donde se divisaba la luz,  ahí hallaron al soldado Juan, muerto y cuidadosamente  amortajado en un hábito de monje. En esa soledad y en la punta de ese cerro el asesino había expiado su doble crimen, y así fue que el corregidor Gregorio Cortes y Monroy,  dijo que había expiado su crimen y dispuso que el lugar fuera llamado el Cerro de Juan Soldado.

 También se dice que los dos varones rechazaron el duelo y los insultos, indignados fueron a quejarse ante el cura. En el sermón dominical éste condenó al soldadillo como ofensor a las buenas costumbres y la sociedad serenense lo expulsó de la ciudad. Juan Soldado marchó al destierro con la cabeza en alto y la paz volvió al lugar.

Recopilación por: Alejandro Glade R.



lunes, 18 de enero de 2016

Historia de Evaristo Montt

 Lugar: Antofagasta (provincia de Antofagasta)

Animita de calle Pedro de Valdivia, Antofagasta

Sencillo cuidador, sereno y farolero  del servicio de trenes que todavía existe en Antofagasta.

En la madrugada del 16 de julio de 1924, en la Estación Norte de la Empresa de Ferrocarriles de Antofagasta a Bolivia, se encontraba listo y en la hora para salir, un  tren con destino a las oficinas salitreras. La locomotora de este tren,  poco antes del viaje hizo explosión la caldera, desintegrándose en miles de pedazos, y matando al maquinista Juan E. Cáceres, de 40 años de edad, casado con hijos, al fogonero Eulicio Ramírez, de 45 años, casado con hijos, al sereno José Evaristo Montt, de 36 años, casado con cinco hijos, y quedando herido Claudio Chacana, cambiador de 46 años, con contusiones, quien murió poco después.

Santuario popular de José Evaristo Montt M.

El sereno José Evaristo Montt Monsálvez llegaba al sitio donde se encontraba la locomotora para trasmitir al maquinista Cáceres la orden de partida del tren, cuando estalló la caldera. También se dice que efectuaba labores de farolero, cuidador y rondín.


La detonación se sintió en toda la ciudad de Antofagasta y causó alarma en el vecindario. Muchas personas salieron a las calles para tener información de lo sucedido, para luego saber de tan grande desgracia,  los cuerpos quedaron esparcidos a gran distancia.



Agradecimientos, calle Pedro de Valdivia.






En el lugar donde cayó el  cuerpo de Evaristo Montt, una gran muralla a las afueras de la estación, destruido por el reventón de las calderas, actual calle Pedro de Valdivia, de Antofagasta,  la gente instaló un pequeño altar con ofrendas que fue creciendo rápidamente con el tiempo hasta convertirse en el verdadero santuario popular que es hoy en día.


Actualmente se dice que José Evaristo Montt Monsálvez es un santo que mejora enfermos, hace favores,  y se le puede pedir lo que usted quiera, porque este santo hará que el deseo se cumpla.

Lapida en el cementerio de Antofagasta



Actualmente su nicho en el cementerio de Antofagasta, es uno de los puntos a visitar durante los tours nocturnos que realiza el cementerio general y despierta el interés de curiosos, quienes constantemente preguntan en donde descansa este famoso “santo” antofagastino, si en el cementerio o en la calle Pedro de Valdivia?










Recopilación por: Alejandro Glade R.



La Piedra Feliz

Lugar: Valparaíso. (Provincia de Valparaíso)



La Piedra Feliz era un peñón en el sector de Las Torpederas, a los pies del Cerro Playa Ancha, balneario de Valparaíso. Estaba erguida una gran mole de veinticinco metros de altura de una  piedra de color negro, con una escalera esculpida en la misma y con un asta de bandera en su cima. 

Hoy son los restos de un peñón que primero se redujo por los años cincuenta y que después fue dinamitada en el año 1980 para que no sirviera más como lugar de suicidio, hoy tiene varias animitas que recuerda a personas que murieron ahí,  hoy convertido en un lugar de paseo. Desde la altura del paseo Carvallo se puede apreciar lo que queda de “La Piedra Feliz”.

Esta histórica leyenda cuenta que en este peñón, durante muchos años los aburridos de la vida, los descontentos, los enamorados y desencontrados, se  suicidaban parejas, hombres o mujeres, ancianos, enfermos, y abandonados, se despedían de sus vidas para siempre lanzándose desde lo alto al mar.

Toda una época marca a la Piedra Feliz, como la piedra de los infelices donde su principal característica es lo agitado del oleaje proveniente del sur y que en este sector golpea con fuerza a los roqueríos, provocando espectaculares explosiones de agua al encontrarse  las olas con las rocas.

Al pie de esta roca, ramazones de algas se extendían y distendían como tentáculos de pulpos gigantes y se contaba que los suicidas erguían la cabeza entre estas plantas como incitando a lanzarse a las almas torturadas.

Hoy existe una gran animita, que de fondo tiene a la Piedra Feliz,  la animita de Panchita como se le llama, se dice a realizado muchos milagros y es asistida por mucha gente.


Recopilación por: Alejandro Glade R.


domingo, 17 de enero de 2016

La leyenda del guerrero Huentemaugu.

Lugar: Osorno, región de Los Lagos



El 21 de Mayo de 1601, y cuando los españoles menos lo esperaban, porque había un temporal  y una tempestad desatada con mucha borrasca, ven incendiarse gran cantidad de casas en Osorno, cuando se dan cuenta el enemigo había ocupado la plaza de Osorno, y las gentes comienzan a salir de sus casas gritando y aterrados, madres con hijos en sus brazos y en general  todo el mundo salió descontroladamente a las calles.

Era justamente lo que los araucanos se habían propuesto, crear el caos, saquear, raptar mujeres y hacer prisioneros.  Los soldados españoles por la sorpresa no pudieron contener el ataque perdiendo a muchos hombres.

Uno de los guerreros que participó en esta refriega fue el guerrero araucano Huentemaugu, que como botín y prisionera, se llevó a una monjita del convento de Santa Isabel, doña Gregoria Ramírez, de quién se enamoró profundamente, a tal punto que este araucano hombre de bien y de buen corazón, se da cuenta de que sus insinuaciones ofendían a su cautiva, y este la tuvo con él en el más profundo respeto. En una palabra, pudo más con él la virtud de la monja que su preciosa hermosura. Por su parte la religiosa, cuya principal esperanza era la de conservarse pura, solo pedía la protección de Dios.

Huentemaugu se desvivía por que la monjita tuviera un buen pasar, pasando a ser un esclavo de la monja. Un dia el guerrero se da cuenta que esta señora estaba muy triste y con lágrimas en los ojos, el guerrero la trataba con cariño y dulzura no logrando quitarle la tristeza.

Huentemaugu, no soporta más verla en estas condiciones y decide devolverla y restituirle su libertad llevándola de regreso al convento, arriesgando su vida y sin que nadie supiera, incluso sus hermanos que tampoco lo supieron.

La joven monja Gregoria Ramírez es supuestamente intercambiada con el enviado de Peraza, que iba a proponer algunos canjes y rescates. Entre ellos queda concertado que se la robaría, de modo que en la opinión de su gente, Huentemaugu había tenido una desgracia al perder a la mujer que poseía.



Recopilación de: Alejandro Glade R.


La leyenda del lago Puyehue.

Lugar: Provincia de Osorno, región de los lagos

Lago Puyehue


Durante la guerra de los españoles con los mapuches por la conquista de Arauco, guerra que era dura y sin cuartel, los españoles hicieron prisionero a un araucano corpulento y de buen físico, hijo del toqui más famoso del lugar. El mapuche fue sometido a crueles torturas y hostigamientos, pero el indio demostró el temple y la valentía de su pueblo, y sin flaquezas ni desmayos, resistió todos los tormentos.

El capitán de los soldados españoles, curtido y acostumbrado a las guerras, supo apreciar la calidad de hombre valiente, y le perdonó la vida, el indio asombrado porque además ordenó ponerlo en libertad.

El valiente hijo del toqui regreso a sus tierras, donde ya lo daban por muerto, y contó que donde estuvo  los españoles eran duros y severos, pero que también sabían apreciar el valor y la valentía del enemigo.

La guerra y los entreveros entre españoles y mapuches seguía su curso. Un día llegó a oídos de los indios y del Cacique, que el capitán estaba enfermo de un mal incurable para la medicina usada en aquellos tiempos. Su cuerpo se había cubierto de llagas y heridas terribles que le causaban terribles dolores y sufrimiento.

Los mapuches sabiendo el mal que tenía el capitán español, demuestran su nobleza y generosamente viajan al campamento español a ofrecerle una cura milagrosa.

El capitán enfermo tenía que ser llevado hasta las montañas donde brotaban unas aguas maravillosas.
Después de un tiempo en el que el capitán se sometió a estas fuentes milagrosas de agua, sanó totalmente y desde ese tiempo comienza a propagarse la fama de las aguas que lo habían curado.
Estas aguas eran las del lago Puyehue.



Recopilación de: Alejandro Glade R.








La Viuda o la Viuda de Negro

(Zona centro y Sur  de Chile, Chiloé)

Aquí hay varias versiones, de la mujer que enloqueció  de pena y rabia al morir el amor de su vida. Y por ello decidió vengarse de todo hombre, y para ello antes de morir hiso un pacto con el diablo, el que le dio poderes sobrenaturales, como poder detener a los jinetes  que no se detienen cuando ella lo requiere. Viste de luto con un vestido negro que la cubre completamente, no se le ve el rostro ni ninguna parte del cuerpo.


A)- Es un fantasma que simula una mujer grande, vieja y enlutada, anda en los atardeceres por calles y caminos, entra a las casas y se acerca a las personas, pero si se le habla desaparece. Esto ocasiona un miedo aterrador.


B)- Esta mujer enlutada persigue por lo general a los buenosmozos y a los que andan en malos pasos, los abraza por detrás y algunas veces, se les sube al anca del caballo para sofocarlos y estrangularlos con sus brazos.


C)- Los hombres cuando van de a caballo, ella se sube al anca y si el hombre es cobarde, y no puede hablar, el caballo se espanta y huye desbocado hasta caer cortado. Cuando un hombre la ve de traje negro, indica que le queda muy poca vida.




Recopilación de: Alejandro Glade R.