viernes, 15 de diciembre de 2017

La princesa y el toro.

Pampa de Soronal
Lugar: Zona de Tarapacá.

En el cerro La Gloria, en la Pampa Soronal, algunas noches aparece una princesa cubierta con una especie de túnica blanca, con un gran lazo en la cintura, sus pies con sandalias y sus cabellos adornados con una diadema que resplandece en mil colores, su rostro joven y hermoso, refleja una gran angustia.

Y pide con acento de súplica, que no la dejen sola, que la defiendan de un gran peligro que la acecha.
Hombres le han preguntado cuál es su temor y se han puesto a su disposición.

-¡Me he extraviado! --es su repuesta-. Y sé que desde arriba de este cerro vendrá el peligro, no sé cuál es, pero será mortal para mí si no me defienden.

La joven entrega aL hombre un puñal que saca de entre sus vestimentas, para que se enfrente con el peligro.
Al cabo de un momento se oye un ruido ensordecedor y se ve bajar a velocidad endemoniada un enorme bulto rodeado de fuego y polvo. Es un gran toro con un piafar estremecedor,  viene echando fuego por los ojos, cuernos y hocico. El espectáculo es terrorífico y espeluznante.

Al ver la visión demoníaca el sujeto da media vuelta, bota el puñal y huye hasta desaparecer en la noche para siempre.

El toro con una gran explosión se estrella contra la joven y ambos se esfuman tras una gran nube de tierra.





Recopilación de: Alejandro Glade R.




Por qué se apagó el Volcán Tacora ?


Lugar: Región de Arica y Parinacota.


Las aguas del mar de Arica eran las predilectas de uno de los incas más famosos del Perú. Todos los años bajaba a la playa rodeado de un séquito cortesano, celebrándose con tal motivo fiestas interminables.

Las mujeres más hermosas y divinas se deleitaban en las tranquilas y tibias aguas del puerto. Las mujeres eran tan bellas, que las sirenas les tenían envidia y celos. Seres marinos acudían también a admirar a esta corte tan vistosa y feliz.

Pero una de aquellas noches de orgía y locura, sirenas y caballos marinos formaron tal alboroto con el mar y las olas, que estas crecieron y se extendieron en tal forma que arrasaron con este inca y las doncellas cautivas.

Desde entonces, el Tacora apagó sus fuegos, miles de aves aparecieron por los aires a contemplar desde arriba a la corte sepultada en el fondo del mar.




Recopilación de: Alejandro Glade R.



domingo, 3 de diciembre de 2017

El señor "Leña Verde".

Laguna Frías, foto de E.Karl, Pto.Varas. (colección A.Glade R.)

Lugar: Provincia de Osorno.

Con el sobrenombre de “Leña Verde”  se le conocía a Ventura Sabroso de la ciudad de Osorno. Un señor amigo de los niños que se entretenían con las historias que el señor Ventura les contaba. Tenía una vida simple, con su caballo de color castaño, su perro llamado “Rempuja” y su novia a la que le decía “Rosa Tengo”.

Trabajaba para los demás cumpliendo encargos dentro de la región y, cuando llegaba con su respuesta o compra, se anunciaba tocando un cuerno a la puerta de los mandantes.

Siempre se encontraba con su novia Rosa Tengo en el fondo del lago Puyehue.

Un día cualquiera  anunció que se iba del pueblo, porque su novia había sido llevada por sus padres a Laguna Frías. Y una tarde de invierno, preparó la partida. Se le aconsejó que no fuera, que esperara el verano, pero no hizo caso de los consejos y, montando en su caballo castaño, emprendió el viaje acompañado de su perro Rempuja.

Pasó el invierno y comenzaban los deshielos cuando se encontró a Leña Verde congelado y, junto a él, su perro Rempuja, que parecía había buscado calor al lado de su amo.




Recopilación de: Alejandro Glade R.


La goleta negra.



Lugar: Región de Magallanes.

                En el canal Beagle hace muchos años había una goleta negra abandonada la cual daba miedo a los habitantes de todas esas regiones del sur. Se decía que en cuarenta años, cuatro veces sus verticales palos atrajeron desgracias para la zona. Y las historias son las siguientes:

Se dice que una vez la encontraron tripulada por muertos y los que la vieron narraban que cada hombre estaba en su puesto y todo se encontraba en perfecto orden. El que asesinó a la tripulación lo hiso por traición y rápidamente como por una mano maestra la tripulación fue apuñalada. Cuando los cadáveres fueron descubiertos nadie pudo descubrir el porqué de los asesinatos.

En el segundo viaje, el patrón embarcó a su mujer,  y la tripulación después de matar al capitán, encalló la goleta en una playa desierta.

Nadie sabe cuál  fue la suerte de la pareja, pero todos pueden imaginarla… Pasaron los años y nuevamente la goleta se echó al mar. Y fue ahí cuando se produjo un motín en medio de una tempestad. El capitán tuvo que contener a los amotinados montando guardia, arma en mano, durante cuatro días con sus cuatro noches. Cuando logró llegar a un puerto, una crisis nerviosa le produjo un acceso de locura y las autoridades lo encerraron.

El último viaje de la goleta lo hizo un inglés llamado Harry Colyn Harts. Se embarcó con su esposa y su hija de ocho años y, a los pocos días de navegación, desapareció la niña.

La goleta quedó encallada en el canal Beagle sin que marino alguno se atreviera a reflotarla para ir al sur.

Los viejos lobos de mar la rondaron rabiosos y sus maldiciones iban tejiendo una neblina de hilachas de vapor. Pero los niños se atrevían a saltar el puente y jugaban a los piratas, imaginando que la goleta avanzaba con su proa adornada de espuma, al enfrentar el viento, rumbo al mar.

Una noche, mientras chillonas aves marinas sobrevolaban la sucia cubierta de la goleta, un grupo de muchachos piratas tomó posesión de la nave.

Al pasar del tiempo, se desencadenó una gran tempestad de viento; la goleta se inclinó, herida en un costado, rodaron los palos con un estrépito de tragedia y los niños fueron arrastrados al torbellino de las aguas.





Recopilación por: Alejandro Glade R.