Lugar: Región de Arica y
Parinacota.
Las aguas del mar de Arica eran las predilectas de uno de los
incas más famosos del Perú. Todos los años bajaba a la playa rodeado de un
séquito cortesano, celebrándose con tal motivo fiestas interminables.
Las mujeres más hermosas y divinas se deleitaban en las tranquilas
y tibias aguas del puerto. Las mujeres eran tan bellas, que las sirenas les
tenían envidia y celos. Seres marinos acudían también a admirar a esta corte
tan vistosa y feliz.
Pero una de aquellas noches de orgía y locura, sirenas y
caballos marinos formaron tal alboroto con el mar y las olas, que estas
crecieron y se extendieron en tal forma que arrasaron con este inca y las
doncellas cautivas.
Desde entonces, el Tacora apagó sus fuegos, miles de aves
aparecieron por los aires a contemplar desde arriba a la corte sepultada en el
fondo del mar.
Recopilación de: Alejandro Glade R.
El Tacora era un joven volcán alegre; iluminaba las noches más frías de invierno en Tacna, su lugar. Hasta que fue robado por la codicia de vecinos por el azufre; desde entonces se apagó de tristeza.
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