martes, 23 de junio de 2020

Dos leyendas del Lago Budi.

Recopilación de: Alejandro Glade R.

LAGO BUDI ( El único lago de agua salada de Sudamérica)
Lugar: Provincia de Cautín.

a) En el lago abundan las gualas, el pato huala ( Podicipediformes), que vive como cautivo y casi no anda ni vuela y emite un grito muy lastimero.

Es la transformación de una niña mapuche robada por el Shompalhue (Alma crespa), especie de dueño del lago.

Los indígenas creen que en el lago reina el Shompalhue, que de vez en cuando se roba una niña mapuche por mujer, indemnizando a los parientes de ella con una buena partida de pejerreyes, lisas y huaiquiles, peces que los acerca a la orilla como un arreo.

b) En el lago Budi, hace siglos, mil indios se lanzaron a sus aguas para no caer en manos de los conquistadores.

Las mujeres indias no descansaron de su tristeza.

Sus gritos de guerra como sus cantos resonaban en las claras noches, mientras entre los cañaverales y los helechos reposaban las aves.

LAGO BUDI

El lago se llenó de gualas,( ave palmípeda, con el pico verdoso, el plumaje rojo oscuro, y blanco por el pecho) que cargan sus polluelos en las espaldas y de bellos cisnes, de cuello negro de terciopelo y de alas blancas como la espuma.

El lago era un espejo de los cisnes de fino y gracioso cuello y talle sumergido.

Pero vino el huinca en busca de su belleza y ellos prefirieron emigrar.

Un día, el lago Budi quedó, solo, se fueron los cisnes y la tristeza se quedó a sus orillas.

Ahora están ahí, volvieron después de muchos años, y voznan y se reflejan sobre las aguas como canoas de pluma.

Los huincas no soportaban la tristeza del lago y ahora respetan el dolor de las indias y admiran la gracia de los cisnes.




Por: Magriff




El Padre de Camiña

Lugar: provincia de Tarapacá
Antigua foto de explotación de Nitrato.

Dos indios en la pampa de Tarapacá fueron sorprendidos por la noche. Los caminantes, muy pasados de frío, prendieron una fogata. Apenas el fuego prendió, éste fuego se puso a caminar.

-¡Ay Dios, el fuego anda, el fuego corre ... ! -gritó despavorido uno de ellos.

-¿Arranquemos, hermanito, huyamos! -propuso el otro. Y, veloces, enfilaron su miedo a la parroquia de Camiña. Golpearon sus puertas, agitados y desesperados.

El cura salió sobresaltado: porque que pudo imprimir tales gestos en feligreses tan mansos, que visión tan  infernal . . .?

El cura les hizo una pregunta. Y los  indios, a coro y con pavor, no articulaban palabras este solo decían este estribillo:

-¡Ah, taitita, por Dios . . . !

-¡Ah, taitita, por Dios . . . !

El cura fue calmándoles y supo que el diablo se les había metido en su fogata y corría a la siga de ellos.

El cura, sin perder minutos, invitó a los indios a carminar con él hasta el lugar demoníaco. 

Llegados,al lugar. los bendijo y sustrajo terrones de “esa tierra”, para analizarla con tranquilidad. En la paz de su parroquia, la examinó  y terminó por descubrir que era nitrato. Una sana inquietud le guió a su jardín.

Su diestra empuñaba la tierra de aquella, y pensaba con detenimiento:

-Que pasaría si la arrojara a mis plantitas.. . ?

Y, persignándose, la tiró satisfecho. No tardó la sorpresa: las plantas inmediatamente crecieron, vigorosamente.
Saco de Nitrato Chileno
Era como una primavera de que embellecía la parroquia.

Las comadres comenzaron a suponer y supusieron que aquello era milagroso!

-El jardín del señor cura está bendito -murmuraban. El murmullo irrito al buen cura de Camiña, medio sabio y medio santo.

-No, hermanas –adoctrinó-, nada de milagros . . . Entrad a mi cuarto y os enseñaré algo para calmar vuestras lenguas …

Abrió una caja y exhibió la tierra fortificante:

-Esto que veis no guarda magia alguna. Llamaremos a esta tierra bendita, si os agrada: “Tónico para el Reino Vegetal”. Os repartiré un puñadito y, luego, me contarán cómo se hermosean vuestras hortalizas y sembrados.

Camiña brilló gracias a las noticias. El “Tónico para el Reino Vegetal” permitió, desde 1879, que el nombre de Chile viajara en los sacos salitreros, como sinónimo de Patria de la Felicidad.





Por: Magriff.