Lugar: La Araucanía.
En las montañas densamente
boscosas de la Araucanía, un hombre se perdió en las montañas, mientras buscaba a sus animales. En su afán por encontrarlos llegó la noche de
un repente, esto lo obligó a buscar un lugar donde refugiarse y poder dormir en
la inmensidad de la montaña. Ya cobijado
y preparado para descansar, vio una luz y un gran resplandor en medio del
bosque. El hombre, con curiosidad se levantó de su lecho y se acercó al resplandor,
y con sorpresa vio a una anciana bailando cerca de una hoguera. Caminó hacia
ella y la saludó respetuosamente. La anciana era Kypyka, la dueña de la
montaña, cuya casa estaba hecha de materiales recolectados del bosque. En su
casa la anciana tenía todo lo que necesitaba: papas, guisantes, maíz.
El hombre pasó la noche con ella,
y después se casaron. El hombre era de una pobreza extrema, viudo y tenía
cuatro hijos. En las conversaciones que tuvo con el hombre, ella le dijo:
"Traiga a los niños aquí, y tendrán todo lo que necesiten". Y así fue
entonces como el hombre trajo a sus hijos, y se quedaron en la casa de Kypyka,
y comieron sentados en la mesa de Kypyka. Una noche, uno de los niños se rio de
los pies de la anciana: y dijo “¡Mira!
¡La anciana solo tiene dos dedos!” Kypyka se enfureció y pateó su casa, y todo se
desapareció: el fuego, la riqueza, la comida, la casa e incluso Kypyka. Entonces
el hombre llevó a sus hijos a su antigua casa y les dijo que no se burlaran nunca
más de la gente. Y el hombre luego regresó a la montaña para buscar nuevamente a Kypyka.
Recopilación por: Alejandro Glade
R.