lunes, 8 de abril de 2019

El mate de piedra




En Chalinga, un pueblo de Salamanca, hubo una gran fiesta en la que  faltó el vino. 

Uno de los asistentes se ofreció para ir a pie a buscarlo al pueblo de Salamanca,  se puso un chuico al hombro y partió en su búsqueda.

Ya de regreso,  este voluntario asistente a la fiesta, ya bastante cansado con la caminata, buscó un recodo en el camino y se sentó a descansar, pasó el tiempo y cayó en un fuerte sopor, y estando en esa condición este buen asistente, fue transportado a una fiesta que se celebraba en una cueva.

Era una gran fiesta en la que todo era servido en finos servicios de oro; sus platos sus jarros y bandejas todo era de oro, el licor se ofrecía en lustrosos mates de oro y en lo mejor de la fiesta mientras todos conversaban y estaban distraídos, se echó al bolsillo uno de éstos, este era un mate.


Terminó la fiesta y el señor  fue devuelto al mismo lugar, donde había estado descansando, se levantó y siguió camino con el encargo que había venido a buscar, en su caminata se recuerda que en medio de la fiesta se había guardado uno de los mates en que se sirvió vino y metió la mano al bolsillo y se encontró con una piedra.



Recopilación de: Alejandro Glade R.













No hay comentarios:

Publicar un comentario