Lugar: Provincia de Santiago
Mitología Mapuche.
Se presenta como figura de cabeza
humana, de la que nacen unas enormes orejas que usa a modo de alas para volar.
Delata su presencia su grito fatídico de tué, tué, tué. Cuando el chonch6n
grazna, alguien se muere. Revolotea alrededor de la habitación de los enfermos,
lucha con el espíritu de éstos, y si los vence chupa la sangre del paciente. .
Se considera a los chonchones como
brujos que adquieren el secreto de volar.
Los indígenas le temen al chonchón
y hacen invocaciones y quemando hojas de canelo cuando sienten su grito: tué,
tué, tué, que es el que delata su presencia.
El Tué Tué para este pueblo es un
ave fatídica y para unos es el chucho y para otros el chuncho o el huairavo.
En las noches oscuras grazna con
cierta persistencia y pasa por las habitaciones de los campos como pájaro
brujo. Es gente que sabe de brujerías, que después de ponerse ciertos untos en
la garganta, sale a volar solamente la cabeza alada, dejando el cuerpo en la casa
y si emprende el vuelo dice: Sin Dios ni Santa María.
Para ahuyentarlo se rezan las
Doce Palabras Redobladas; la Magnifica o esta oración: San Cipriano va para
arriba, San Cipriano va para abajo, sosteniendo una vela de buen morir. Con
esta oración el chonchón cae al suelo.
Siempre para ahuyentarlo se
procede a echar sal al fuego de la
cocina; extender un chaleco o decirle: Pasa Chonchón, sigue tu camino o Vuelve mañana
por sal. AI día siguiente se presentará alguien a pedir un poco de sal y no hay
que negarla.
Para hacerlo caer se hace en el suelo
la firma de Salomón, en forma de estrella, de cinco puntas y clavar en el
centro un cuchillo con la punta dirigida hacia el chonchón. Cae y queda
ensartado en el cuchillo, donde es cogido y quemado.
Recopilación por: Alejandro Glade R.
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