Lugar: Valdivia
Un grupo de obreros estaban construyendo un fuerte en
Corral. Uno de ellos era muy trabajador y con su trabajo era muy rendidor. Este
empeñoso trabajador a su vez era un tanto silencioso. No se sabía de donde había
venido y tampoco se sabía cuál era su nombre. En fin, sería uno de esos tantos trota
mundo pate perro.
A la hora del rancho, siempre sobraba el puesto que le correspondía
al individuo aquel. Le buscaban; pero no
se le encontraba por ninguna parte. Pronto las sospechas empezaron a darse y
las conjeturas también; y fue así como en cierta ocasión, el resto de los trabajadores
hicieron una pequeña cruz y se la mostraron. El mismo diablo, era el personaje en cuestión,
se enojó mucho; lanzó un puntapié y ahí quedó la señal, y reventó dejando el olor a azufre y se marchó.
Recopilación por: Alejandro Glade R.
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