martes, 2 de marzo de 2021

La vertiente de Los Pincheira



 Lugar: Provincia de Ñuble

 Los Pincheira conocían bien los pasos que en pocas horas los hacían cruzar la frontera.

 En una ocasión que venían del lado argentino, traían entre sus hombres a un herido, víctima de un encuentro con la policía, y hubo que abandonarlo cerca de los Pirigallos. El herido quería sólo el lado chileno para morir. El viaje, amarrado al caballo, lo había hecho perder mucha sangre. El sólo deseaba que lo depositaran en tierra firme y suya para esperar la muerte.

Los compañeros de banda lo dejaron bajo, unos árboles con algunos alimentos.

El herido se dispuso a morir cuando sintió que un agua tibia lo estaba humedeciendo y como pudo se lavó las heridas.

 Al despertar al día siguiente, se sentía mejor y bebió  agua y comió parte de los alimentos que le habían dejado sus compañeros.

Siguió  lavándose y estaba bastante mejor y se sentía casi recuperado. En esto pasó la banda frente al sitio en el cual había quedado el herido, pensando, seguramente, que estaba muerto, cuando éste les salió al paso. Detuvieron sus cabalgaduras asombrados y todos creyeron en una aparición.

El herido contó que su salvación se la debía a unas aguas tibias de poder curativo. Y así supieron de las vertientes y del barro volcánico, jurándose no revelar a nadie el secreto.

Desde aquel  día heridos y enfermos de la banda buscaban alivio en estas aguas tibias.

Por muchos años los Pincheira fueron guardadores del secreto del camino hacia los baños.

Todos hablaban de la fama de las aguas, pero no se conocía su ubicación exacta.

Más de una vez  los Pincheira quisieron negociar el secreto con el gobierno a cambio de su libertad.


Recopilación por: Alejandro Glade R.

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