domingo, 11 de octubre de 2015

Las lágrimas de una doncella.




       Lugar: Octava Región.




Un toqui araucano capturó una doncella española y la llevó al sur de Concepción hasta la zona de Laraquete.

Pasó el tiempo y la doncella se acostumbró  poco a poco a estar con su amo y toqui, hasta que aceptó ser su esposa; pero los jefes de la tribu miraron esta situación con muy malos ojos que era la unión en casamiento. 

Entonces una noche, los jefes avisaron a la doncella española que el toqui había muerto a la orilla del arroyo. En su desesperación la doncella que era cristiana huyó del poblado, y se puso a vagar por los bosques y a lo largo del estero, la doncella lloraba mucho por su amado y rogaba a su Dios para que le devolviera a su ser amado. 

Mientras lloraba a la orilla del río, cada lágrima que caía al agua se convertía en una piedra cruz. Los guerreros al ver este verdadero milagro producido por el amor hacia el toqui, trajeron a la machi, o hechicera, a la orilla del río y ésta llenó su calabaza de rituales con las piedras misteriosas que se habían convertido de sus lágrimas. 

Cuando sonó el cultrún o tambor araucano, las piedras empezaron a saltar dentro de la calabaza, ordenando liberar al cacique que había sido desterrado de la tribu, así el toqui vuelve con su amada y como se decía que este había sido un milagro, los integrantes y jefes de la tribu aceptaron el casamiento.





Recopilación por: Alejandro Glade R.






No hay comentarios:

Publicar un comentario