Fotografía de Sergio Campodónico 1930 |
La leyenda dice que un extraño
hombre, llegó hace muchísimos años a la región del Cajón del Maipo. Totalmente
vestido de negro, alto y apuesto con una mirada intimidante hacia los hombres e
intrigante hacia las mujeres. Famoso por
enamorar a las bellas muchachas que siempre lo miraban. No se resistía ninguna
mujer joven, un día lo encontraron seduciendo a la hija del alcalde. El problema
fue que esa jovencita estaba destinada, para ingresar al convento de monjas.
Pasó el tiempo y el hombre negro
seguía enamorando mujeres, se dedicaba solamente a la conquista de hermosas
mujeres, con mucho éxito, por desgracia de los hombres de la zona.
Una noche de fuerte temporal, en
el que el Cajón del Maipo parecía desmoronarse sobre sus cerros, por el sector
de El Toyo, un hombre mojado y abandonado a su suerte golpeó las puertas del convento
de monjas que por ese entonces había en el lugar. Pidió por favor que le dieran refugio y
alojamiento hasta que pasara la tormenta, era imposible seguir con esas
condiciones climáticas.
Debido al verdadero diluvio la
madre superiora accede a darle alojamiento al hombre, el forastero pasó el umbral
de la puerta y se dispuso a pasar la noche en un cuarto contiguo a una despensa.
A la madre superiora le llamó la atención las vestimentas del forastero, como
también que el forastero no se dejara ver la cara, ocultándose detrás de la
bufanda. Pese a la desconfianza y a la
inquietud de la madre superiora, el hombre fue conducido a la habitación en que
pasaría la noche.
Cuando las religiosas habían conciliado
un sueño profundo, el hombre de negro se levantó y, se dirigió hacia la habitación
de una de las novicias, atravesando la pared, la novicia era nada menos que la hija del
alcalde. La iniciada se despertó asustada, y vio entre las tinieblas la figura
de negro de un hombre que despedía olor a azufre, a la iniciada se le escapó un grito, el que fue aplacado por
la mano del hombre tapándole la boca con una mano, y huyó con ella en brazos,
rodeado de una nube espesa en la que se escuchaban infernales gritos de almas en
dolor.
La madre superiora al escuchar el grito de su
iniciada, salió al patio y vio al hombre de botas huyendo con la novicia que
estaba siendo raptada. Rápida y guiada
por su fe, tomó un frasco de agua bendita y salió tras el demonio que poseía a
la niña, le dio alcance y, gritando atrás Satanás, e invocando a Dios con la
señal de la cruz, le lanzó el agua bendita. El diablo, liberó rápidamente a la víctima,
y se transformó de inmediato en una enorme sombra alada con pies gigantes, el
que huyó saltando el sector que separa el río de los cerros. Al hacerlo, con
tal fuerza y rabia, dejó impreso en una roca del cerro, una enorme huella de
uno de sus pies. Hoy en ese lugar hay un puente colgante en el lugar llamado “El Toyo”, y hay una parada de autobús que recorre
San Alfonso hasta Santiago, lugar donde perfectamente podemos ver la huella.
Recopilación de: Alejandro Glade R.
Que buena historia
ResponderEliminar😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄
ResponderEliminar😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄😄
Eliminar😨😨😨😨😱😱😱😱
ResponderEliminarWhat's
ResponderEliminarWtf
ResponderEliminarYo vivo en el cajón y me Cage
jajajaja
ResponderEliminarmi hermana que estas asiendo: yo nada : mi hemana estas leyendo mangas cierto: yo noo estoy leyendo leyendas
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